El sector Energía, que incluye el consumo de combustibles fósiles en el país y sus emisiones fugitivas asociadas, es el principal sector emisor de GEI del país, representando un 50 % del balance de GEI en 2022 y un 76 % de las emisiones totales. Durante el mismo año, sus emisiones alcanzaron las 84.791 kt CO2 eq, incrementándose en un 154 % desde 1990 y en un 7,5 % desde 2020. El principal causante de la tendencia es el aumento sostenido de consumo energético del país, incluyendo el consumo de carbón mineral y gas natural para la generación eléctrica (incluido dentro de la subcategoría Industria de la energía); y el consumo de combustibles líquidos para transporte terrestre (incluido dentro de la subcategoría Transporte), mayormente diésel y gasolina (Figura 8). Es importante destacar que posterior al 2016, las emisiones se mantienen estables debido a, por una parte, la disminución en el consumo de carbón para la generación eléctrica y al ingreso de nuevas fuentes de energía renovable (solar, eólica, geotérmica) así como también el ingreso de nuevas plantas de gas natural; y, por otra parte, al crecimiento en el consumo de gasolina y diésel en el transporte terrestre, que ha sostenido su crecimiento al igual que en los últimos años. En el 2020 sus emisiones disminuyeron respecto a los años anteriores debido al efecto de la pandemia, especialmente en las fuentes de transporte terrestre y comercial/ institucional.
La subcategoría Industrias de la energía – que contabiliza las emisiones generadas por la quema de combustibles debido a las industrias de producción energética y de extracción de combustibles – ha sido históricamente la principal emisora del sector Energía y, a su vez, la principal fuente de emisiones a nivel nacional. Sin embargo, en el inventario actual es la segunda subcategoría del sector Energía, con un 34% de las emisiones en 2022, superada por la subcategoría de Transporte (1.A.3.). En 2022, sus emisiones contabilizaron 28.998 kt CO2 eq, incrementándose en un 221 % desde 1990 y disminuyendo en un 3 % desde 2020 (Figura 9). La principal fuente de esta subcategoría es la componente Producción de electricidad y calor como actividad principal, que considera las emisiones por generación eléctrica como actividad principal de la industria, excluyendo autoproductores.
La componente Producción de electricidad y calor como actividad principal (1.A.1.a.) considera las emisiones de la generación eléctrica, excluyendo a la autoproducción. Durante el 2022 esta componente contabilizó 26.260 kt CO2 eq, siendo una de las principales fuentes de emisión a nivel nacional (24 % de las emisiones totales nacionales). Al analizar las emisiones de GEI comparándolas con las curvas de generación eléctrica (GWh) de distintas fuentes (Figura 10), se puede apreciar que los máximos de emisión se presentan cuando decrece la generación por fuente hidráulica (hidro en la figura) y/o se limita el suministro de gas natural, desplazando la matriz al consumo de diésel y especialmente, carbón. Esto se observa en 1999, 2008-2013 y 2015-2017. Situación contraria ocurre en los períodos 1990-1992, 2005-2006 y en 2014 donde se ve el aumento de la fuente hídrica y una disminución en la tendencia de crecimiento de las emisiones de la componente. Asimismo, desde 2007 se aprecia cómo la drástica disminución en la oferta de gas natural, acompañado de una menor disponibilidad hídrica debido a las sequías, produce un aumento en el consumo de diésel y carbón, lo que incrementa a su vez las emisiones de GEI, retomando la tendencia al alza observada entre 1990 y 1998. Para los últimos años de la serie, es importante destacar el aumento que ha tenido la participación de la generación de electricidad con fuente en energía solar, pasando de 1.261 GWh en 2015 a 14.463 GWh en 2022; que ha provocado un decaimiento del consumo de carbón. Además, es posible apreciar como el diésel va disminuyendo cada vez más su participación, motivado por un alto precio frente a otras alternativas fósiles (como el gas natural).
Finalmente, se aprecia un aumento en las emisiones de GEI entre los años 2020–2021, causadas principalmente por la gradual reactivación económica post pandemia, que implicó una mayor demanda de generación eléctrica. Las emisiones en el año 2022 asociadas a la generación de electricidad vuelven a disminuir, debido al retiro de tres centrales a carbón y al incremento en la participación de las fuentes ERNC (solar, eólica, hidro y geotermia), junto con el retorno del gas natural para la generación eléctrica, lo que permitió disminuir la dependencia hacia el carbón.
Esta subcategoría incluye las emisiones de GEI generadas por la quema de combustibles fósiles en la industria, incluyendo la quema para generación de electricidad y calor para el uso propio de estas industrias (autoproductores).
En 2022, las emisiones de GEI contabilizaron 16.398 kt CO2 eq, incrementándose en un 92 % desde 1990, y en un 8,3 % desde 2020. Las principales causantes de las variaciones interanuales se deben al crecimiento constante de las actividades mineras en el país, contabilizadas en la categoría Minería y cantería (1.A.2.i.) y, por otra parte, a la subcategoría Industria no especificada (1.A.2.m.).
En particular, las emisiones de la subcategoría Minería y cantería (1.A.2.i.), contabilizaron 8.101 kt CO2 eq, incrementándose en un 225 % desde 1990 y en un 11 % desde 2020, debido, principalmente, al crecimiento sostenido de la extracción del cobre, impulsado por el aumento de demanda internacional de dicha materia prima.
Su contribución representó cerca del 49 % de las emisiones contabilizadas para las diferentes industrias y un 7 % de las emisiones totales nacionales, siendo la industria de la minería del cobre la componente que más contribuyó a las emisiones de GEI, conformando un 72% de la participación entre las distintas actividades mineras, debido, principalmente, al uso intensivo de combustibles líquidos en sus procesos.
Esta subcategoría incluye las emisiones de GEI generadas por la quema de combustibles fósiles en todas las actividades del transporte nacional (aéreo, terrestre, ferrocarriles, navegación y otros), excluyendo el transporte militar y el transporte internacional (marítimo y aéreo), que no se suman al total nacional, pero se reportan por separado como Partidas informativas, más adelante.
En 2022, las emisiones de GEI contabilizaron 29.985 kt CO2 eq, representando 35% del total del sector Energía. Estos resultados muestran por primera vez a esta subcategoría como la mayor emisora del país, por sobre las emisiones producidas por generación de electricidad. Su variación conforma un incremento de un 242 % desde 1990 y de un 18 % desde 2020 (Figura 13). La serie histórica de emisiones de GEI de este subsector, muestra que hasta el año 2019 la tendencia de emisiones fue al alza, impulsadas por el crecimiento del parque automotriz nacional inducido por la expansión de la población, el mayor poder adquisitivo y el mejoramiento de la infraestructura vial en el país. Estas variables junto con la reapertura gradual de la economía post pandemia y las medidas económicas de apoyo a hogares y empresas, provocaron que se recuperara la tendencia al alza de las emisiones de esta categoría, siendo el Transporte terrestre (1.A.3.b.) la subcategoría de mayor participación, especialmente automóviles y camiones para servicio pesado y autobuses, cuyas emisiones contribuyeron en un 77% al transporte terrestre en 2022.
Esta subcategoría incluye las emisiones de GEI generadas por la quema de combustibles fósiles en edificios comerciales e institucionales, en los hogares y en actividades relacionadas con la agricultura, la silvicultura, la pesca y la industria pesquera.
En 2022, las emisiones de GEI contabilizaron 8.314 kt CO2 eq, incrementándose en un 99 % desde 1990 y en un 8,7 % desde 2020. Estas emisiones conformaron un 9,8 % de las emisiones del sector durante el 2022. Su tendencia al alza hasta el 2018 se debió principalmente al aumento del sector Comercial/institucional.
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