El sector IPPU, que incluye las emisiones de GEI producidas por una gran variedad de actividades industriales que transforman materias primas por medios químicos o físicos, representó un 4 % del balance de GEI en 2020. En el mismo año, sus emisiones alcanzaron las 6.930 kt CO2 eq, incrementándose en un 267 % desde 1990 y en un 11 % desde 2018, debido principalmente al incremento del uso de los HFC en la refrigeración, sumado al crecimiento sostenido, aunque irregular, de las emisiones de las industrias del cemento, cal y el vidrio (Figura 18).
Esta categoría incluye los gases de las familias de los hidrofluorocarbonos (HFC) y perfluorocarbonos (PFC) los cuales poseen un alto efecto invernadero. Los HFC y, en una medida muy limitada los PFC, sirven como alternativas a las sustancias que agotan la capa de ozono (SAO) y que están siendo retiradas de circulación en virtud del Protocolo de Montreal.
La categoría Uso de productos sustitutos de las sustancias que agotan la capa de ozono es la principal categoría emisora de GEI del sector IPPU (63 %). En 2020, sus emisiones de GEI contabilizaron 4.390 kt CO2 eq, incrementándose en un 2.952 % desde 2000 y en un 15% desde 2018. El principal causante de la tendencia y las variaciones interanuales es el consumo de HFC como refrigerante en equipos de refrigeración y aire acondicionado. Las emisiones se generan por fugas del gas HFC que se producen por la instalación, mantención, uso y disposición de los equipos. Estas fugas dependen principalmente de la capacidad instalada acumulada en el país o «banco» que crece año tras año con el ingreso de la carga de gases fluorados en los equipos nuevos.
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